
Apreciación Artística
Este retrato nos transporta a una época de elegancia y refinamiento. La modelo, una mujer de aplomo y gracia, está sentada a una mesa, con la mirada directa e inquebrantable. Un sombrero grande y llamativo adornado con plumas y una pequeña rosa ocupa el centro de la escena, atrayendo inmediatamente la atención hacia arriba; la escala y el drama del sombrero hablan mucho de la condición social de la modelo y de la moda de la época. Su atuendo fluye con una lujosa fluidez; la rica capa de terciopelo verde y la delicada tela de su vestido, brillando con sutiles reflejos. Un collar de perlas cae elegantemente sobre su pecho, capturando la luz, mientras que un anillo en su dedo añade un toque de brillo. En su mano, sostiene un abanico plegado, un accesorio clásico de la época, que sugiere un mundo de compromisos sociales y gestos refinados. El fondo, de un tono profundo, casi sombrío, contrasta maravillosamente con los rasgos de la modelo, acentuando aún más su presencia. Casi se puede oír el susurro de la seda, el murmullo de la conversación y percibir un ligero aroma a perfume.