
Apreciación Artística
Esta naturaleza muerta, una cuidada disposición de objetos, llama la atención de inmediato. Es una reunión de frutas, un jarrón y una figura misteriosa en el fondo; la atención se centra en lo tangible, lo cotidiano, transformado en algo impactante a través de la visión de Gauguin. El juego de luces y sombras sobre las superficies es cautivador, cada pincelada contribuye a la textura de la pintura, creando una sensación de volumen y profundidad. Las manzanas, algunas maduras y rojas, otras verdes y aún duras, sugieren un momento de abundancia y, quizás, un indicio del paso del tiempo; la breve vitalidad de la vida.
La composición es sutilmente asimétrica; hay una asimetría deliberada que da a la escena una sensación dinámica. El perfil de la figura en el fondo agrega una capa de intriga, contemplando los objetos con una reflexión que invita al espectador a hacer lo mismo. Toda la pieza está impregnada de una sensación de contemplación, como si Gauguin nos invitara a encontrar la belleza en lo común.