
Apreciación Artística
Este grabado es una visión inquietante; una danza macabra de figuras esqueléticas, iluminada por los marcados contrastes de luz y sombra. Es como si me hubiera topado con un ritual secreto, una sombría reunión desde el más allá. La escena está densamente poblada; las figuras están contorsionadas en una lucha, sostenidas por piernas delgadas, sus rostros se reducen a cuencas oculares huecas y bocas abiertas, contorsionadas en gritos silenciosos o risas escalofriantes, llevándose unos a otros. Es como una pesadilla hecha realidad, las figuras parecen estar agobiadas por un peso invisible, tal vez el peso del pecado, la mortalidad o la condición humana misma. Casi puedo oír el rasguido de la aguja de grabado, la frenética energía del artista mientras graba este escalofriante cuadro. La crudeza de las líneas, la ausencia de colores vibrantes, solo magnifica el impacto emocional; esta no es una escena para los débiles de corazón.