
Apreciación Artística
Esta obra evoca un tranquilo día de primavera en el Parque Hibiya, inmersa sutilmente dentro del paisaje urbano. La perspectiva nos conduce por un sendero curvo flanqueado por arbustos floridos en tonos carmesí, blanco y púrpura, que parecen vibrar con la suave llegada de la primavera. Dos figuras, una mujer y un niño, caminan tomados de la mano; sus ropas están cuidadosamente decoradas con patrones tradicionales japoneses y están de espaldas al espectador, invitándonos a seguir su calma caminata. En el fondo, la torre del reloj de un majestuoso edificio se eleva hacia un cielo pastel, enmarcada por hojas verde oscuras que rodean los bordes de la composición, atrayendo la mirada hacia la armonía entre la arquitectura y la naturaleza.
Con la técnica característica de grabado en madera de Hasui Kawase, la obra presenta un delicado equilibrio entre líneas finas y suaves gradaciones de color, empleando tonos apagados que evocan la luz matutina. La composición equilibra la solidez del edificio con la suavidad de las flores y árboles, creando un contraste meditativo. El impacto emocional es de calma y nostalgia, invitando a la reflexión sobre la belleza efímera de lo cotidiano. Creada en 1936, en una época de modernización y tradición en Japón, representa un ejemplo destacado del movimiento shin-hanga.