Volver a la galería

Apreciación Artística
La escena se despliega con una luz suave y difusa, como si se viera a través de una suave niebla. El artista emplea una técnica suelta, casi puntillista, con toques de color que se mezclan para crear la ilusión de follaje y agua. Los azules y verdes dominan la paleta, salpicados por los cálidos tonos ocre de los edificios distantes. El reflejo en el agua es casi tan vibrante como la escena de arriba.
La composición está equilibrada, con los árboles enmarcando la vista del pueblo, atrayendo la mirada al corazón del paisaje. El efecto general es de tranquilidad y serenidad, invitando al espectador a hacer una pausa y absorber la silenciosa belleza de la escena. Es un momento capturado, una sensación de paz, casi tangible.