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Apreciación Artística
La escena se despliega con una simplicidad cautivadora, un idilio tropical representado en el estilo distintivo de Gauguin. Una vivienda modesta, cuyo tejado está construido con materiales naturales, se encuentra enclavada entre un exuberante follaje. La composición está dividida por los troncos de árboles imponentes, cuyas ramas forman un dosel verde sobre las figuras de abajo. Las figuras, mujeres polinesias, son capturadas en momentos tranquilos: algunas están sentadas, sus formas suavizadas por la luz moteada; otras están de pie, envueltas en telas vibrantes que añaden toques de color contra los tonos tierra. Toda la escena está impregnada de una sensación de serenidad; un vistazo a una vida vivida en armonía con la naturaleza.