
Apreciación Artística
Este paisaje atrapa con su visión armoniosa y algo contenida de la naturaleza. Un río tranquilo atraviesa el primer plano, sus aguas calmadas representadas en profundos tonos púrpuras y reflejos mate que parecen danzar sobre la superficie. A sus lados, una vegetación verde y frondosa crea un fuerte contraste: densa y vibrante cerca del observador, que se va transformando en una hilera ordenada de cipreses altos y delgados que se extienden en el horizonte. La verticalidad de estos árboles se contrapone a la suavidad de los prados y las colinas lejanas, pintadas en tonos de lavanda y gris que sugieren una neblina matutina o el crepúsculo que se desvanece. La composición conduce la mirada a lo largo del río serpenteante, invitando a una observación lenta y meditativa. La técnica de Vallotton se caracteriza por pinceladas suaves pero precisas, casi con una claridad gráfica, donde los elementos naturales se estilizan hasta adoptar formas elegantes: los árboles se elevan como monumentos lineales, las hojas se agrupan en masas definidas y la superficie del agua se quiebra en patrones rítmicos.