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Apreciación Artística
La obra presenta una escena poblada por tres figuras, grabadas con una cualidad áspera, casi esquelética. El artista ha empleado una técnica que recuerda al aguafuerte, con líneas que transmiten las formas con una energía cruda y sin refinar. La composición es asimétrica, atrayendo la mirada del espectador primero hacia la figura sentada a la izquierda, un hombre con un rasgo facial pronunciado y una postura cansada. Su mirada se dirige hacia una figura central, una mujer velada con un tocado, que parece estar ofreciendo algo. Una joven, de pie a la derecha, es el punto focal. Los fuertes contrastes y las líneas firmes comunican una sensación de inquietud o de sombría contemplación, reflejando los turbulentos tiempos en los que fue creada.